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El tubo de hierro fundido es muy duradero y ha sido diseñado para muchos años.
Sin embargo, aunque el hierro fundido es resistente y pesado, se corroe con el tiempo.
La oxidación ocurre cuando el agua y el oxígeno interactúan con el hierro para formar una capa de óxido en la tubería.
Si no se elimina el óxido, éste acabará propagándose a través del óxido y provocará un debilitamiento general de los agujeros y las tuberías.
Se necesita mucho esfuerzo para limpiar las tuberías de hierro fundido corroídas, pero este proceso ayuda a que las tuberías se vean mejor, al mismo tiempo que las mantiene en mejor estado durante un período de tiempo más largo.
Frote el tubo de hierro con papel de lija fino o lana de acero y elimine las manchas de óxido más pequeñas.
Vierta vinagre blanco en una botella con atomizador.
Rocíe las áreas corroídas por la tubería con vinagre, espolvoree sal en la parte superior y luego frote las áreas con una almohadilla de lavado.
La acidez del vinagre ayuda a eliminar el óxido, mientras que la sal reduce el óxido y aumenta la fricción del estropajo.
Si el método suave anterior no es válido, utilice el removedor de óxido en la tubería de hierro fundido.
El removedor de óxido es altamente corrosivo, por lo que debe usar guantes protectores para evitar la exposición de la piel.
Siga todas las instrucciones del envase del producto químico para obtener los mejores resultados y mantenerse seguro.
Deje que el removedor de óxido penetre en la corrosión y luego frote con un paño o estropajo.
Después de esto, vuelva a aplicar el papel de lija o el alambre de acero y enjuague la tubería una vez que se haya eliminado la corrosión.
Repita estos pasos hasta que desaparezca toda la corrosión.
Eliminar todo el óxido o la corrosión en las tuberías de hierro fundido generalmente requiere mucha fuerza física.